El gobierno de México aseguró este jueves que evalúa una propuesta por parte de Estados Unidos para recibir fondos estadounidenses a cambio de deportar a miles de indocumentados que cada año buscan atravesar la frontera entre ambos países.

"Respecto a la notificación realizada por el Departamento de Estado al Congreso de Estados Unidos de América, sobre su intención de destinar recursos a la cooperación con México para la repatriación de nacionales de terceros países (...) el gobierno de México continúa evaluando dicha propuesta conforme al marco legal aplicable y en función de las prioridades de su política migratoria", indica un comunicado de la cancillería mexicana.

El diario estadounidense The New York Times prendió la mecha esta semana con un artículo que reveló que el gobierno del presidente Donald Trump notificó al Congreso que "tiene la intención de destinar 20 millones de dólares de los recursos de la asistencia a países extranjeros para asignarlos a ayudar a México a pagar los pasajes de avión y autobús para deportar a 17.000 personas que ingresaron de manera ilegal a ese país".

"El gobierno de México no ha aceptado de manera verbal o escrita dicha propuesta, ni ha firmado documento alguno a este respecto", recalcó la cancillería.

Trump amenaza con obligar a México a pagar una nueva muralla fronteriza para que los indocumentados, a quienes ha calificado de "criminales", no lleguen a su país.

En reiteradas ocasiones, el gobierno mexicano ha rechazado tajantemente esta propuesta, mientras las relación diplomática entre los países vecinos se ha deteriorado significativamente.

Más de 500.000 personas cruzan clandestinamente la frontera sur de México cada año en su intento por llegar a Estados Unidos, según datos de Naciones Unidas. La mayoría son centroamericanos que huyen de la violencia y la pobreza de sus países.

En tanto, más de 12.700 personas que cruzaron la frontera sin documentos fueron arrestadas en agosto en Estados Unidos, un aumento de 38% con respecto a julio, según datos oficiales.

El gobierno de Trump fue duramente criticado por separar a los niños de sus familias una vez que atravesaban la frontera, y aunque echó marcha atrás en esta estrategia, hasta la semana pasada todavía quedaban 416 menores en custodia, según datos judiciales.